sábado, 15 de mayo de 2010

The Order Of Apollyon - The flesh (2010)


01. God Speaks
02. Ich Bin Das Licht
03. Word
04. Never
05. Fifth
06. White Dust
07. Four Beasts
08. Flesh Of Yhvh
09. Ex Voto
10. L'Orgueil

Primero escuché las dos canciones que tienen en su myspace sin demasiada atención, me pareció que no estaban mal y decidí hincarle el diente al disco entero. Cuando leí la descripción promocional casi se me quitan las ganas: “el mensaje”, dice, “es profundamente religioso y se adhiere a una imaginería estrictamente paramilitar, mientras que la música deriva de elementos de la escena marcial ambiental (ambient martial)”. Pero resultó ser más fiable la impresión que me dejó la música que la que me dejó la hoja promocional. Lo único que tiene de marcial este disco es la intro, lo demás es metal garrulo sin más contemplaciones.

Aunque The Order Of Apollyon sea un nombre que no le suene a nadie y The flesh sea su primer disco, sus integrantes no son ningunos novatos: en sus filas militan (y nunca mejor dicho, si tenemos en cuenta la presentación promocional esa) dos antiguos miembros de Aborted, Daniel Wilding a la percusión y B.S.T. a las voces; el bajista de Ackercocke, Peter Benjamin, y el guitarrista de Cradle Of Filth, James McIlroy. El resultado de la ecuación es un black metal con gran influencia death, digamos un 60-40, y sobre todo muy cañero; en The flesh, la intensidad no baja en ningún momento de su corta duración, que no llega a los cuarenta minutos. Miento: baja drásticamente en el interludio “Ex-voto”, que consiste en sonidos ambientales y voces lejanas, creando una atmósfera como de catacumba. Lo cual probablemente sea exactamente lo que pretenden, porque, a pesar de lo que pueda parecer la música, la temática del grupo es totalmente religiosa; el disco se titula La carne porque habla del paso de lo espiritual a lo material. O eso es lo que dicen ellos. Y el rollo cristiano lo impregna todo: desde la portada, con el crucifijo ese, hasta los títulos de algunas canciones (“God Speaks”, “Four Beasts”, “Flesh Of Yhvh”), y por supuesto las letras.

La primera canción, cuyo título deduzco que significa “yo soy la luz” en alemán, unida a la voz que dice “yo soy la Palabra de Dios” en la intro, ya constituye el primer zas cristiano en toda la pecadora boca. Hay gente que repudia la existencia de conceptos religiosos en el metal extremo; yo siempre digo y diré que la música es música independientemente de la letra, aunque es verdad que el black y el death no son lo que más pega para difundir un mensaje religioso. Por otra parte, también creo que estos estilos pueden sacar una inspiración cojonuda de una religión cuyo principal icono es un señor desnudo, agonizante, desangrándose y humillado públicamente; al margen de todo el significado que haya detrás, que en eso no me meto, su iconografía gore resulta muy… pues eso, deathmetalera.

Volviendo al apartado musical, es un disco que quizá requiera un par de escuchas o tres para entrar. O a lo mejor sólo me pasa a mí, que en lo referente al black tiro más a lo purista, sin tanto death; pero finalmente me convenció, es potentísimo sin hacerse caótico, lo bastante trabajado como para no parecer ruido sin sentido, y tiene algunas canciones realmente buenas, como “Four Beasts”, o sobre todo “Ich Bin Das Licht”. Puede hacerse un poco corto, pero el aspecto positivo es que no tiene nada de relleno. Pura furia cristiana… o algo.



http://www.myspace.com/templeofapollyon

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